Paseo virtual por Etopia y la economía de la creatividad
El pasado 28 de Julio fuimos invitados a impartir una de las últimas sesiones del Máster de Economía Creativa de la Universidad Rey Juan Carlos. Delante de un aula compuesta por alumnos de variada procedencia y formación, fuimos desgranando, a lo largo de una intensa sesión de cuatro horas, la filosofía, principios, programa y desafíos de un proyecto con vocación transformadora como es “Etopia. Centro de Arte y Tecnología”.
Subrayando su función de catalizador y de nexo de unión entre barrios, entre lo local y lo global, entre los innovadores tecnológicos y los innovadores sociales, entre el talento y el empleo de alta cualificación, recorrimos sus diversos espacios como si de una visita física se tratara, recalcando la creciente importancia del espacio y del lugar (“Place matters”) en un mundo cada vez más interconectado.
En el auditorio William J. Mitchell hablamos del hondo significado que el nombre de Etopia tiene para nosotros y para el proyecto. Como señalaba en su libro “E-topia” el que fue presidente de nuestro Comité Científico hasta su muerte, en 2010, por primera vez los cambios urbanos a los que nos enfrentamos pueden ser regenerativos y no destructivos, teniendo nuestra generación la posibilidad de progresar sin comprometer el futuro de los que vendrán después. Los programas que Etopia y otros centros de innovación urbanos desarrollan buscan ayudar a que tal posibilidad se materialice.
Recorrimos las salas de exposiciones destinadas a un público familiar que acuda al centro a hacer ciencia y a participar de la ciencia, nos transportamos al exterior y visualizamos el nuevo espacio público digital que supone la fachada LED del centro, y las posibilidades de expresión que conlleva.
Entramos a la galería experimental donde se ubica nuestro Laboratorio Urbano Abierto “OpenUrbanLab”, ese lugar donde empresas, ciudadanos y administración construimos soluciones innovadoras para la ciudad. Una ciudad que no se puede permitir el lujo de ser diseñada con las escasa riqueza de ideas que da el hacerlo desde arriba hacia abajo, pero que tampoco es lo suficientemente ingenua para no comprender que tampoco es posible hacerlo de abajo a arriba sin sufrir dolorosos desengaños. Al contrario, la construcción de la ciudad es un proceso de negociación, de cooperación, en la que la frustración y la renuncia tienen la misma cabida que las legítimas aspiraciones de los agentes que la integran.
Desde una de las cristaleras de la galería experimental, vemos el Teatro del Agua, todavía sin agua, una de las asignaturas pendientes de recuperar cuando las restricciones presupuestarias dejen de asfixiar. Y entramos en la aceleradora, La Terminal, el destino para los emprendedores que posean proyectos ambiciosos en Smart Cities o en nuevas industrias culturales. 12 proyectos ya crecen en ella, contando con la asesoría de la principal empresa tecnológica y del principal banco de la región.
La Terminal completa el mapa de incubadoras de nuestro sistema emprendedor, que ya cuenta con Zaragoza Activa (Innovación Social), CIEM Zaragoza (TIC y Energía) y CIEM Torre Delicias (Innovación en la Educación). Mientras el desempleo sea el principal problema de la gente y la riqueza que crea a nivel local el emprendimiento de base tecnológica pueda contribuir a su solución, seguiremos impulsando el ecosistema de incubadoras. Los datos (los impuestos que se generan en una sola de nuestras incubadoras equivalen a la suma del gasto total municipal en ayudas de comedor escolar más ayudas al alquiler) avalan esta senda emprendida en 2010.
Tras tres horas de charla, hicimos una pausa en la residencia, núcleo y motor del programa de internacionalización de Etopia, y analizamos los retos pendientes: el Instituto de Diseño Urbano Digital (IDUD, que plasmará en conocimiento lo aprendido y aportado por un gran número de “city makers” y colaboradores que se acercan a Etopia), la cafetería, la tienda, el acondicionamiento del entorno y, a corto plazo, la puesta en marcha de nuestro “laboratorio de prototipado digital”, concebido para ser el epicentro del movimiento maker en nuestra ciudad y para ayudar a nuestra industria, en la medida de lo posible, a mejorar el ciclo de innovación.
Para finalizar hablamos de estrategia de ciudad, desde la Zaragoza Hacia la Sociedad del Conocimiento de 2003 hasta la futura Zaragoza Open City 2020, pasando por la actual “Estrategia de Gobierno Abierto. Hacia una Ciudadanía Inteligente”, de la que somos coautores.
Llevamos casi 4 horas de sesión, de viaje por Etopia, y los alumnos del máster tienen ganas de más debate. Preguntan por la marca de ciudad, por las fuerzas contrapuestas que trabajan, unas por la ciudad compacta, otras por desarrollos urbanísticos hacia la periferia (éstas mermadas ahora por la crisis inmobiliaria), por la crisis de legitimidad de las instituciones. Preguntan, en definitiva, por lo que nosotros mismos nos preguntamos. Así las cosas, no es de extrañar que nuestras respuestas no les satisfagan.
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