Balance de 2013: contra todo pronóstico, avanzamos
En innovación urbana, si hubiera que hacer un balance de 2013 a nivel general, diríamos que ha sido un año de grandes progresos en la confianza de la humanidad en las ciudades como instrumento para resolver los grandes desafíos medioambientales, sociales y económicos a que el planeta se enfrenta. Los entusiastas del potencial de las ciudades (como nosotros), queremos creer que vivimos en un tiempo de resurgimiento de las “polis” griegas por todo el mundo. Por el contrario, los realistas constatan que todavía ambos, ciudad y estado, se influyen mutuamente de manera poderosa. Tengamos los pies en el suelo o la cabeza en las nubes, lo cierto es que el devenir de las ciudades no está, por decreto, irremisiblemente unido al de los países que las albergan.
Como muestra, nuestro país. Se ignora todavía qué estrategia tiene España para salir fortalecida de esta crisis. Nuestros dirigentes económicos sacan pecho de los bajos costes laborales, mientras se produce una fuga desmoralizante de talento científico, se recorta en todos los niveles educativos, y se asiste con incredulidad al caos regulatorio en materia energética. De todos los factores que influyen en la competitividad, parece que solo sabemos incidir en uno, los salarios, precisamente el más injusto socialmente.
Zaragoza no vive ajena a la situación de crisis económica, social y democrática que vive el país. Sin embargo, contra todo pronóstico, mientras España pierde población, Zaragoza es, de las 6 grandes capitales españolas, la que más población gana a 1 de Enero de 2013, según el INE. No se sabe a ciencia cierta si dicha capacidad de atracción es coyuntural o es consecuencia de que en nuestra ciudad la gente encuentra más y mejores oportunidades que en otros lugares. Y, si fuera esto último, tampoco cabe afirmar con seguridad que las oportunidades para Zaragoza y sus gentes sean fruto de la acción deliberada de sus instituciones.
Y sin embargo, la idea de otorgar nuevas oportunidades es central en la “Estrategia de Gobierno abierto en la ciudad digital. Hacia una ciudadanía inteligente” publicada precisamente a principios de 2013 y que marca la hoja de ruta de la transformación de la Zaragoza hacia una ciudad innovadora. Estrategia que, ya en su primer año de vigencia, ha registrado el cumplimiento de alguno de sus hitos clave:
- la apertura de una nueva incubadora pública de empresas (la tercera) dedicada a explorar nuevos modelos de aprendizaje: CIEM Delicias, la cual, tan solo 5 meses después de su lanzamiento, se halla ya ocupada al 77%
- la puesta en marcha de “Etopia. Centro de Arte y Tecnología”, un centro global de emprendimiento, innovación y creatividad en la ciudad digital. Etopia, con el impulso de la ciudadanía, las empresas, los creadores y los ciudadanos más innovadores, está llamado a ser la punta de lanza de la transformación de la ciudad hacia la innovación
- la creación de un Servicio de Ciudad Inteligente, para coordinar las acciones y estrategias que implementarán nuestra visión de la “Smart City” centrada en el ciudadano y basada en un modelo de código abierto
- la celebración de numerosas actividades de innovación, destacando la reunión abierta del Comité Científico de Etopia, la celebración de las primeras Colonias Urbanas para chavales “makers” “Etopia Kids” y el V Congreso de Cultura Iberoamericano
Si la innovación es uno de los pilares de la ciudad inteligente, la energía y la movilidad son los otros dos. Pues bien, en 2013 la ciudad ha publicado su “Estrategia de sostenibilidad energética 2020”, un plan ambicioso que abarca desde producción masiva de renovables hasta la lucha contra la “brecha energética”, pasando por el potencial de generación de “empleo verde”.
También se ha avanzado en movilidad: finalización de la línea 1 del tranvía, renovación del servicio de autobús urbano (la nueva contrata nace con la obligación de publicar sus datos en formatos abiertos, con WiFi a bordo, o con vehículos menos contaminantes), reordenamiento de las líneas del bus y extensión de la red de carriles bici.
En cuanto a 2014, a buen seguro volverá a ser un año difícil para la ciudad y sus ciudadanos, empezando por la inseguridad (cercana a veces al desasosiego) que produce la incierta adaptación de los servicios públicos a la jibarizante nueva ley de administración local. Sin embargo, dificultades aparte, trataremos de contribuir a que la ciudad siga creando oportunidades en su seno que la hagan atractiva, a que pueda contribuir positivamente a fortalecer el territorio en que se halla asentada y, de la misma manera que la ciudad aprende de lo que se realiza en otros lugares, a que inspire proyectos en ciudades con idéntica ambición transformadora.
En un momento en que todo el mundo visualiza la decadencia de las ciudades que lo fiaron todo a una industria parece inteligente diversificar las apuestas. En todo caso, si en lo tocante a nuestra actividad como “city makers” nos han de acusar de poner todos los huevos en la misma cesta, que sea, al menos, en la cesta de la innovación y del talento.