Gobierno Abierto en la Ciudad Digital: Ciudadanos Inteligentes

La semana pasada Zaragoza publicó la “Estrategia de gobierno abierto en la ciudad digital 2012-2015. Hacia una ciudadanía inteligente”. Una gran labor de todo un equipo que ha llevado meses de trabajo. Y con un título algo largo pero que, al menos, viene bien como guión para este post:

• Estrategia. Sí, aunque a veces parece que las cosas se hacen sin un plan claro, del 2003 al 2011 ha habido una estrategia. Se llamaba “Zaragoza hacia la sociedad del conocimiento”, y sus planteamientos y resultados ocupan casi la mitad del documento. En este plan estaba todo: el desarrollo de la Milla Digital como distrito de innovación, el impulso al SW Libre y a la eAdmin, la implantación de redes WiFi públicas, etc. Algunas cosas se han quedado apenas bosquejadas (Milla Digital en su vertiente inmobiliaria), otras resultaron más procelosas de lo esperado (eAdmin), en otras se avanzó más de lo previsto (p.e. conectividad, gracias al impulso de los fondos estatales). Otras áreas en las que se ha trabajado mucho y bien, simplemente en 2003 no existían (open data). Resulta un ejercicio interesante tratar de recordar cómo parecía el mundo en 2003. Todo era posible. En Septiembre de 2008 acabó la Expo y quebró Lehman Brothers, ¿qué iba a pasar? 2009 y 2010 fueron generosos en inversiones públicas gracias a un pasajero espejismo Keynesiano. En 2011, llegaron las restricciones de deuda, el frenazo a la inversión, el parón. En 3 años, el mundo había cambiado. Planificar en entornos de alta incertidumbre. Pero sí, había estrategia.
• Gobierno abierto. Esta palabra es paradigma de los cambios en nuestra sociedad.  De repente, una ola democratizadora y cívica se abre paso, y de qué forma, y a la vez que evoluciona la sociedad los tecnólogos evolucionamos como personas y profesionales, en mayor o menor medida nos empiezan a interesar las “ciencias sociales”, la política, la participación ciudadana. Pasamos de la eAdmin al eGov y, de ahí, al oGov, en un pestañear. La sociedad ha cambiado, y nosotros también hemos crecido. En pararelo, se han puesto en marcha potentes infraestructuras (BBDD, redes, herramientas de vínculo digital, sistemas, portales,…) que servirán para implantar el Gobierno Abierto si hay voluntad política. ¿Hay voluntad política? Lo comprobaremos a lo largo del camino, al echar la vista atrás e ir haciendo balance.
• La ciudad digital. Suena “antiguo” ¿Por qué no decir smart cities si es lo que se quiere decir? Pues porque no se quiere decir eso. Smart cities tiene un componente demasiado tekki, y a menudo hace referencia a sistemas supuestamente “inteligentes” (en realidad bastante tontos) que, en aras de la eficiencia, toman decisiones por nosotros. No queremos que nadie tome decisiones por nosotros. El modelo que defiende Zaragoza hoy es el de ciudadanos que disponen de mucha información (que usarán, si quieren) para tomar ellos mejores decisiones sobre su forma de moverse, sobre su crecimiento personal, sobre su vivienda, sobre su educación… La ciudad digital es la misma ciudad que está aquí desde hace 2.000 años, solo que ahora hay otra capa de relación, de información. Una capa tan real como las demás (no es virtual, por tanto). Una capa digital. Eso, y la porción de historia en que vivimos, plantea retos formidables. De eso hablamos.
• Finalmente, Ciudadanía inteligente. Nuevamente un término confuso que es necesario aclarar. Los ciudadanos son ya inteligentes. Por ciudadanía se entiende el conjunto de actuaciones cívicas que los ciudadanos realizan. Hablamos de ejercer más ciudadanía, y de hacerlo de una manera inteligente. Por eso la apuesta reforzada, ahora con más argumentos filosóficos que nunca, por la “ciudad de código abierto”: redes, sistemas, datos, software, edificios, e instituciones comprensibles, accesibles… controlables. Si se encaminan los esfuerzos de la comunidad en esta dirección, las oportunidades para nuestras instituciones, nuestras empresas, y nuestros ciudadanos, llegarán. Zaragoza, en definitiva, tendrá una oportunidad. Ése es el reto.