“Open” es eficiencia, inteligencia y democracia
Para ilustrar la idea que sugiere el título de este artículo nada mejor que tres ejemplos:
- En la organización interna de un Ayuntamiento, “Open”, apertura, significa dejar de trabajar de manera compartimentada, hacer que “corra” el aire entre departamentos, buscar soluciones integradoras, compartir desafíos y conocimiento, perder el miedo a mostrar nuestras miserias a los compañeros… ¿acaso pensamos que el resto de departamentos son perfectos? Tomemos como ejemplo la gestión de proyectos municipal, un área en la cual podemos y debemos transitar desde una gestión vertical, parcial y cuyo discurrir es invisible desde el exterior hacia una gestión horizontal, integradora y con hitos y procesos transparentes. Por tanto, la apertura nos conduce aquí a la eficiencia.
- En el campo de la innovación social, los ayuntamientos están creando nuevos centros de conocimiento en los que formar a ciudadanos cada vez más inquietos e innovadores. En una época de cambios acelerados, realizar una programación “cerrada” utilizando exclusivamente los recursos de los que la ciudad dispone solo limitará la cantidad, calidad y velocidad con las que las nuevas ideas se transmiten a la ciudadanía. Abrir la programación de estos nuevos centros de aprendizaje y apoyarse en ciudadanos con ideas, capacidad de transmitir y motivación por hacerlo, solo puede traer más y mejores ideas a la ciudad, y que éstas lleguen antes a un número mayor de ciudadanos. En este caso, abrir las nuevas instituciones es sinónimo de más inteligencia.
- En materia de datos abiertos, cuantos más y mejores sean los datos públicos que la ciudad ofrece a sus ciudadanos, mejores herramientas tendrán éstos para ejercer una ciudadanía crítica y cooperativa con los poderes públicos. Aplicado a la prensa, surge la posibilidad de recuperar (que no inventar) el periodismo de datos, es decir, aquel que no se limita a reenviar notas de prensa ni asistir a ruedas de prensa sin preguntas. Requirirá aprender los nuevos formatos, y una capacidad de síntesis e interpretación inherentes a la profesión periodística, pero parece evidente que, en este caso, “open” significa mayor control público y, por tanto, democracia (o, si se prefiere, oGov.)
En estas condiciones ¿podemos realmente aspirar a construir ciudades inteligentes sin antes acometer la tarea de abrirlas?
Una ciudad Open también debería buscar la transparencia. Seguid trabajando para que Zaragoza escale puestos en el ITA (http://www.transparencia.org.es/ITA_2012/INDICE_ITA_2012.htm). ¡Zaragoza debería liderar el índice!
Un abrazo de un fiel seguidor (zaragozano en Madrid)
La transparencia la estamos trabajando, pero sobre todo por responsabilidad hacia la ciudadanía. En este sentido, se acaba de aprobar una de las ordenanzas más avanzadas de España en este ámbito http://www.zaragoza.es/ciudad/risp/detalle_Normativa?id=3823. Es lo mejor que hemos sabido hacer en este área, fruto del trabajo de un gran equipo. No hay que obsesionarse con los índices porque se elaboran en base a criterios a menudo arbitrarios. Lo cual no quiere decir que las ciudades que ocupan sus primeras posiciones no estén haciendo también un gran trabajo.