¿Sueñan los bolsillos con carteras eléctricas?
Usted pagará con lo que tenga más a mano
Una de las necesidades que tienen las smart cities es facilitar el acceso a los servicios de una forma ágil y segura. La posibilidad de realizar micropagos proporciona el impulso económico suficiente para la implantación de sistemas que faciliten la interacción entre el ciudadano y la ciudad.
De facto, en Europa, se está estableciendo el límite de 20€ para micropagos que no requieren autenticación y que permiten en una operación combinada pago, acceso e identificación.
Si repasamos los objetos que lleva encima, en su bolso o en los bolsillos, seguramente ya encontrará el medio de pago del futuro.
Descarte el reloj y los complementos de moda, eso sólo lo usaba Dick Tracy y algunos estudiantes en los 80. El resto lo seguiremos usando para ver la hora. El reloj, las joyas y los complementos, tienen más importancia en la moda que por su utilidad, sus cambios frecuentes (uso y temporada) hacen inviable desarrollos de productos de uso masivo.
Efectivo: El más usado hasta ahora en micropagos, no tanto por encima de 50€ y para grandes cantidades es casi ilegal. Pero su gestión es cara y arriesgada. Requiere recaudación, conteo, transporte y cambios. Lento en la manipulación, inseguro en la gestión. El coste estimado de gestión de efectivo en España fue de 5.100 millones en 2011.
En la cartera encontraremos varios medios de identificación: DNI, conducir, sanitarios. No es previsible una fusión de documentos, más aún en época de contracción económica, y los desarrollos de pagos sólo tienen sentido ante una gran integración de servicios.
En cuanto a las tarjetas de crédito, distingamos tres tipos (pueden estar combinadas):
- Con banda magnética son frágiles, inseguras y poco duraderas. Tardarán en extinguirse por su universalidad, pero no deberían el centro de nuevos desarrollos a medio plazo.
- Con chip de contacto son relativamente frágiles y más complejas en la manipulación. Muy seguras para pagos importantes, lentas para micropagos. El coste por unidad es alto.
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Con chip sin contacto (RFID) Junto con las anteriores se definen como smartcards. Son ideales para micropagos. Seguras en el contenido. El balance seguridad/fraude es muy satisfactorio. Baratas en la emisión y en el coste de gestión de las operaciones.
Y por último el teléfono.
Es la tecnología por la que todo el mundo apuesta para el futuro, pero hay demasiados jugadores conscientes de la importancia de su posición. Algunos de ellos inesperados. Operadores de comunicaciones, entidades financieras, proveedores tecnológicos, proveedores de contenidos, proyectos independientes y … otros.
El próximo post trataremos más sobre pagos con el móvil.
Todavía no he podido comprobarlo personalmente, pero tengo entendido que el balance de seguridad de las smart card con rfid es de todo menos aceptable.
En principio se hizo una presentacion en malaga hace eones con el tema, hubo algun stuff legal y se quedo en practicamente nada… hasta que llegó mythbusters (si, cazadores de mitos en la televisión americana se dedicaron a romper la seguridad de las tarjetas rfid smart card).
http://www.techdirt.com/articles/20080901/1816502143.shtml
He utilizado RFID como sinécdoque de las tarjetas sin contacto. Es cierto que la seguridad de la tecnología original está comprometida, pero en todos los nuevos desarrollos se utilizan métodos de cifrado adicionales, tecnologías diferentes y otras prácticas que para garantizar la privacidad e integridad de los datos.
Interesante post.
A pesar del éxito de empresas de pago como Square, pronto veremos superado el uso de tarjeta con un adaptador para el teléfono. Básicamente, porque eso beneficia al vendedor pero no al comprador, que tiene que seguir llevando la dichosa tarjeta.
Muchas empresas grandes están proponiendo sus sistemas (Google Wallet, VISA, Paypal, etc.), habrá una verdadera guerra para conseguir posicionarse como líder del mercado. De hecho, Google tiene planeado renovar Wallet próximamente. http://www.businessinsider.com/google-wallet-coming-soon-2012-10
Y está claro que quien se lleve el gato al agua será porque integre protocolos y todos los sistemas móviles. Por ejemplo, que Wallet sólo funcione sobre Android (y no sobre iOS, BB o Windows Mobile, por ejemplo) limita tremendamente sus posibilidades.
En un próximo post, hablaremos del teléfono.
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